Los seres humanos como pobladores, exploradores, explotadores y
transformadores del planeta Tierra han pasado por diferentes momentos en su constante búsqueda de desarrollo, aspecto
este que se ha entendido de distintas formas con el correr de los años:
Al principio el desarrollo
se relacionaba más con el tener, crecer y acumular sin importar las
consecuencias, lo que llevó a una
evidente división entre países pobres y ricos y a un creciente deterioro del
medio ambiente y agotamiento de los recursos naturales, por lo que llegó el concepto de desarrollo sustentable para ampliar su margen
teórico y de acción, proponiendo soluciones para problemáticas de nivel global, tratando de disminuir el
circulo vicioso de pobreza y deterioro de medio ambiente, y con el apoyo de los avances tecnológicos y de una visión humanista, propender por un
planeta más justo con todos sus habitantes y con el entorno a través de la construcción de políticas
nacionales, legislaciones y propuestas para que las actividades productivas no
vayan en detrimento de los recursos naturales, amparado en ello se toma como
primordial que se dé un desarrollo rural
que ofrezca a los campesinos mejores niveles de vida, mayor productividad y
capacidad organizativa de gestión para que retengan el excedente económico que
generan; complementándose lo anterior con
la formulación de desarrollo sostenible que busca no alterar condiciones
de vida humana en relación con la naturaleza, contar con una base estable de
recursos primarios y mejorar la producción
y la distribución de bienes y servicios.
Las anteriores visiones
se constituyen en la esperanza de
solución ante el problema de la
seguridad alimentaria que destaca cada
vez más como uno de los principales desafíos a escala mundial, y a la vez evidencian la necesidad de propender por un desarrollo
como sistema abierto inter dimensional
en el que las comunidades
aprendan de ellas mismas y de su historia y que estén en la capacidad de transformar positivamente su presente y futuro.
Consideramos que el desarrollo sostenible y sustentable son
herramientas indispensables en la supervivencia del planeta y de las especies
que lo habitan, incluidos los seres humanos como principales actores en las
transformaciones positivas y negativas que a lo largo de la historia ha sufrido
nuestra Tierra; es sorprendente ver cómo el deterioro de los recursos naturales
ha crecido devastadoramente en las últimas décadas y como hubo personas y organizaciones con la suficiente visión para prever la necesidad
de replantear las políticas económicas y las practicas socioculturales para
frenar estas situaciones, sin que hasta el momento pueda afirmarse que las
problemáticas se han solucionado;
estamos viviendo un momento trascendental y presenciando un llamado global hacia
soluciones efectivas y duraderas, que permitan equilibrio entre las personas y
la naturaleza.
Es necesario entender el
desarrollo desde un enfoque de integración de políticas económicas, sociales,
educativas y ambientales con miras a un desarrollo sostenible que puede conllevar a la necesidad de controlar el crecimiento
espontáneo de las actividades humanas para que no vayan en detrimento de la
calidad de vida y el bienestar de las diferentes comunidades, y fundamentalmente contrarrestando los
problemas y desequilibrios territoriales ocasionados por los efectos negativos
de la actividad humana sobre el medioambiente, evitando la sobre explotación y
degradación de estos recursos, por lo que las
diferentes políticas y estrategias de acción implementadas
desde el desarrollo sostenible apuntan al mejoramiento de las
condiciones de vida, la modificación de
las relaciones de poder dentro de los grupos, comunidades u organizaciones
rurales, a la revalorización del territorio rural, a la profundización de la
democracia, la expansión de la ciudadanía y
al desarrollo de capacidades sustentadas en el capital humano y social.
A pesar de todos los
procesos de cambio y transformación que se han adelantado en busca del
desarrollo, las políticas sectoriales no
están llegando a los territorios con los impactos deseados, vemos que aún
persisten problemáticas que afectan el desarrollo: debilidades institucionales,
discriminación por razones étnicas o culturales, desigualdades en el acceso a
la educación y la información, se mantiene la corrupción, la pobreza, la
exclusión social, el hambre e inseguridad alimentaria, se evidencia la
dicotomía entre lo urbano y lo rural, la
pérdida de la diversidad biológica, el debilitamiento de ecosistemas, cambio
climático, destrucción y explotación inadecuada de los recursos naturales.
Los medios rurales son base
primordial del desarrollo nacional y claves en este cambio de época y deben
estar articulados a la transformación desde la innovación, por lo que no se
puede mirar el desarrollo desde la óptica de repetición de modelos
implementados por otros países sin adaptarlo a las capacidades, necesidades,
intereses y expectativas propias del territorio donde se vislumbran; se requieren políticas sectoriales y
territoriales renovadas que integren el
desarrollo sustentable y sostenible con la dimensión de un cambio de paradigma que permita una visión holística y
contextualizada de los territorios desde una nueva visión de la ruralidad que
permita a las comunidades rurales el empoderamiento de sus recursos, de su cultura y valores para abordar la
multiplicidad de situaciones heterogéneas que caracterizan al mundo rural, en el que
prevalezca la diversidad de actividades y se dé mayor valor a la
agricultura, para que las comunidades interactúen en su propio proceso de transformación,
entendiendo el desarrollo como un sistema abierto, interdimensional y en constante cambio cuyo objetivo se centre
en contribuir a la superación de la pobreza rural, la transformación
productiva, el desarrollo institucional y
la competitividad, desde la inclusión social, la articulación de la
economía a mercados dinámicos así como a la competencia de otras regiones o
países, frente a la globalidad y la innovación tecnológica en favor del
desarrollo integral del ser humano en toda su extensión.
Actualmente diversos autores nos invitan a ver como en la dimensión de desarrollo sostenible el
territorio rural adquiere nuevo protagonismo, más aún, es necesario considerar la ruralidad desde
una dinámica cambiante y heterogénea donde se busca acrecentar programas de salud, educación, obras públicas
y bienestar social, mejorando la calidad de vida mediante el uso adecuado de
los recursos naturales en un ambiente
competitivo y productivo.
Consideramos que pese a las
problemáticas ambientales que han surgido por el desarrollo, este no puede ser
excluido del planeta ya que ha permitido que muchas poblaciones mejoren sus
condiciones de vida, a través de la satisfacción de sus necesidades, lo que se
debe buscar es que estas actividades no sigan afectando los recursos con los
que contamos y que se continúen conservando. La industria y la tecnología no
pueden desaparecer, todo lo contrario, deben seguir creciendo y a la vez crear
e implementar estrategias para la búsqueda de soluciones tendientes a mejorar
el medio ambiente, pero haciéndolo desde una postura creativa, que confíe en
que es posible lograr la equidad, la justicia y la igualdad, pensamos que es
posible lograr territorios rurales socialmente cohesionados, productivos,
equitativos y ambientalmente responsables, seguimos soñando con países con
mayor justicia social, con una economía nacional sólida, con mayor democracia y
gobernabilidad, aun creemos que la sentencia de muerte de nuestro entorno no ha
sido firmada, que los seres humanos todavía tenemos la oportunidad de cambiar
el rumbo de la historia y tenemos la firme esperanza de que es la educación la
principal aliada de nuestros sueños, una educación que hable con la verdad, que
dote de herramientas a niños, jóvenes y adultos para vivir en el mundo, no a
costa de él sino en concordancia con sus ritmos y la posibilidades, una
educación que debe repensarse y asumir responsablemente la influencia que ejerce en el pensar y el sentir de los individuos, que sea
promotora de nuevos modelos de vida y no el objeto de alienación y replica de
estrategias propuestas por otros.
REFLEXIÓN BASADA EN LOS TEXTOS:
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